Lunes 2 de junio
… Corred de tal manera que lo obtengáis… (v. 24).
La escritura de hoy: 1 Corintios 9:19-27
«No ganar tiene en realidad más poder que ganar», sostiene la profesora Monica Wadhwa. Su investigación revela que las personas tienden a ser más motivadas no cuando ganan sino cuando casi ganan. No lograr las ambiciones personales tiende a motivar a las personas a seguir creciendo y luchando. Las victorias fáciles, por el contrario, tienden a paralizar la energía y la motivación.
La perspectiva de Wadhwa brinda un enfoque renovado a la analogía que usa Pablo en dos pasajes que comparan seguir a Cristo con correr una carrera: 1 Corintios 9:24-27 y Filipenses 3:12-14. En ambos casos, enfatiza que los creyentes deben dar todo en su búsqueda de Cristo y el evangelio: «[extendiéndose] a lo que está delante» ( Filipenses 3:13) y corriendo «de tal manera que lo [obtengan]» ( 1 Corintios 9:24).
La paradoja es que aquello que estamos procurando —compartir fielmente el evangelio (v. 23) y conocer a Cristo ( Filipenses 3:8)— no son cosas que podamos decir que hemos logrado. Siempre nos quedamos cortos. Nunca podremos decir que «lo [hemos] alcanzado ya» (v. 12).
Pero está bien… porque lo que importa es la experiencia de acercarnos cada vez más a Cristo. Solo su fuerza nos motiva y capacita para buscar de todo corazón al que un día nos llevará a la victoria.
De: Monica La Rose
Reflexiona y ora
¿Cómo creciste a través de tus fracasos? ¿Cómo pueden esas situaciones alentarte a depender de Cristo?
Dios, gracias porque usas mi temor a fracasar para acercarme a ti.
Martes 3 de junio
… Porque él es nuestro Dios; nosotros el pueblo de su prado, y ovejas de su mano (v. 7).
La escritura de hoy: Salmo 95:1-7
Cuando Dianne Dokko Kim y su esposo se enteraron de que su hijo era autista, ella luchó con la posibilidad muy real de que su hijo cognitivamente discapacitado la sobreviviera. Clamó a Dios: ¿Qué hará él sin que esté yo para cuidarlo? Dios la rodeó con un sistema de apoyo de otros adultos que criaban hijos con discapacidades. Finalmente, en su libro Unbroken Faith [Una fe intacta], Dianne brindó esperanza de «recuperación espiritual» a otros adultos en su misma condición. A medida que su hijo se vuelve adulto, la fe de Dianne permanece inquebrantable. Confía en que Dios siempre cuidará de ella y de él.
Las incertidumbres de la vida pueden endurecer nuestros corazones con Dios. Podemos ser tentados a confiar en otras cosas o personas, incluidos nosotros mismos. Sin embargo, podemos depender de «la roca de nuestra salvación» ( Salmo 95:1); una frase que señala la certeza del carácter de Dios. «Porque en su mano están las profundidades de la tierra, y las alturas de los montes son suyas. Suyo también el mar, pues él lo hizo; y sus manos formaron la tierra seca» (vv. 4-5).
Podemos vivir con una fe inquebrantable, adorando al «Señor nuestro Hacedor» (v. 6). Podemos confiar en que está con nosotros y los que amamos porque somos «el pueblo de su prado» (v. 7).
De: Xochitl Dixon
Reflexiona y ora
¿Cómo te ha mostrado Dios que cuida de ti y de tus seres queridos? ¿Cómo te ayuda saber que Él cumple sus promesas?
Dios, gracias por prometer cuidarnos.
Miércoles 4 de junio
… y vino Abraham a hacer duelo por Sara, y a llorarla (v. 2).
La escritura de hoy: Génesis 23:1-4, 17-20
Es algo terrible amar lo que la muerte puede tocar, comienza diciendo un poema escrito hace más de cien años por el poeta judío Judah Halevi. Y luego aclara lo que está detrás del temor: amar […], y ay, perder.
En Génesis, un desborde de emoción ocurrió cuando Abraham perdió a Sara: «vino Abraham a hacer duelo por Sara, y a llorarla» (23:2). El capítulo revela la historia de la pérdida de uno de los personajes más memorables de las Escrituras: Sara, la fiel esposa de Abraham, esa anciana que se rio ante la noticia de que iba a ser madre (18:11-12), pero lloró de dolor mientras Isaac hacía su entrada en este mundo.
Mucho se dice de ese refrescante y humano versículo del Evangelio de Juan: «Jesús lloró» (11:35). Las lágrimas del Mesías en la tumba de Lázaro resaltaban su pérdida. Amar es en verdad algo terrible. Halevi lo llama «cosa de tontos», pero luego lo llama también «algo santo»; especialmente para aquellos cuya fe está «escondida con Cristo en Dios» ( Colosenses 3:3).
Amamos y perdemos toda clase de cosas, y llorar con «gozo doloroso» es tan humano. Pero para el creyente en Jesús, nuestro lloro solo dura por la proverbial noche. Como escribió David: «Por la noche durará el lloro, y a la mañana vendrá la alegría» ( Salmo 30:5). Nuestro Padre no nos ha despojado de esperanza.
De: John Blase
Reflexiona y ora
¿Qué ha afectado tu capacidad de amar? ¿Quién es la última persona por la que lloraste y por qué?
Padre, dame valor para amar.
Jueves 5 de junio
Cada uno dé […] no con tristeza, ni por necesidad, porque Dios ama al dador alegre (2 Corintios 9:7).
La escritura de hoy: 2 Corintios 8:1-7
En su discurso de 2024 a 1.200 graduados universitarios, el empresario millonario Robert Hale Jr. dijo: «Estos tiempo difíciles han aumentado la necesidad de compartir, interesarse y dar. [Mi esposa y yo] queremos darles dos regalos: el primero es nuestro regalo para ustedes, el segundo es el regalo de dar». Luego, entregaron dos sobres a cada uno de los sorprendidos graduados: 500 dólares para guardar y 500 para dar a una persona necesitada.
Aunque la riqueza de Hale le ha permitido compartir así en más de una ocasión, la generosidad no está reservada para los que tienen mucho. Los creyentes en Jesús en la antigua Macedonia dieron de su pobreza para suplir las necesidades de los creyentes en Jerusalén. Pablo dijo de ellos: «en grande prueba de tribulación, la abundancia de su gozo y su profunda pobreza abundaron en riquezas de su generosidad» ( 2 Corintios 8:2). Los elogia porque dieron «conforme a sus fuerzas, y aun más allá […], pidiéndonos con muchos ruegos que les concediésemos el privilegio de participar en este servicio para los santos» (vv. 3-4).
Los que reconocen que Dios les ha dado mucha gracia a través de Jesús pueden responder con manos generosas ante las necesidades de otros. Imitemos el ejemplo del que dijo: «Más bienaventurado es dar que recibir» ( Hechos 20:35).
De: Arthur Jackson
Reflexiona y ora
¿Qué puedes ofrecerle generosamente a alguien? ¿Cómo has sido receptor de la generosidad de otra persona?
Padre, ayúdame a dar generosamente.
Viernes 6 de junio
Dijo luego el Señor: Bien he visto la aflicción de mi pueblo […] he conocido sus angustias (v. 7).
La escritura de hoy: Éxodo 3:1-4, 7-10
Me miró a los ojos y dijo: «No desaproveches tu dolor». Mi mente volvió de inmediato al momento cuando, hacía años, yo había dirigido el funeral de su hijo que había perdido la vida en un accidente. Ella sabía de qué estaba hablando. Conocía el dolor. Pero también sabía cómo Dios podía usarlo para honrarlo a Él y ayudar a otros. Sus palabras me alentaron y confortaron cuando enfrenté un diagnóstico de cáncer grave. Ella me recordó que Dios oye mis clamores, y que está conmigo en mi dolor y podría usarlo para ayudar a otros.
Moisés también aprendió que Dios estaba con su pueblo en su dolor. «Bien he visto la aflicción de mi pueblo que está en Egipto», dijo Dios, «he oído su clamor […]; pues he conocido sus angustias» ( Éxodo 3:7). Como nosotros a veces, los israelitas tal vez se sintieron solos en su dolor. Pero Dios les aseguró que oía el clamor de su corazón y tenía un plan para rescatarlos (vv. 8-9). En definitiva, usaría su dolor para que maduraran en su fe, derrotaran a sus enemigos y lo honraran a Él.
En el Salmo 90, Moisés declaró que aunque «los mejores años se llenan de dolor» (v. 10 ntv), el «amor inagotable» de Dios está con nosotros «hasta el final de nuestra vida» (v. 14 ntv). Él no desaprovechará nuestro dolor… y tampoco debemos hacerlo nosotros.
De: Tom Felten
Reflexiona y ora
¿Qué significa para ti saber que Dios oye tus clamores? ¿Cómo está usando Dios tu dolor para ayudar a otros?
Dios, gracias por oír mi clamor. Que use mi dolor para ayudar a otros.
Sábado 7 de junio
Así, pues, todas las veces que comiereis este pan, y bebiereis esta copa, la muerte del Señor anunciáis hasta que él venga (v. 26).
La escritura de hoy: 1 Corintios 11:23-26
Una mesa aparentemente simple con trece vasos sencillos en paneles separados constituye la pintura contemporánea «That They May All Be One» [Que todos sean uno], la cual se expone en Wolfson College en la Universidad de Oxford. En realidad, su simplicidad enfatiza el significado del evento: la última cena de Jesús con sus discípulos. El panel más destacado —que contiene pan y un vaso, y representa a Jesús— está rodeado de doce paneles individuales que indican la presencia de los discípulos.
La pintura es un hermoso recordatorio de la comida en la que Jesús tomó pan y una copa para iniciar una nueva celebración para todos sus seguidores: la Cena del Señor. Y valoro la hilera de paneles vacíos que completan el cuadro porque parecen invitar a los observadores a unirse a la mesa.
Pablo nos alienta: «todas las veces que comiereis este pan, y bebiereis esta copa, la muerte del Señor anunciáis hasta que él venga» ( 1 Corintios 11:26). A todo el que cree que la muerte y resurrección de Jesús abre el camino a la paz con Dios le espera un lugar a la mesa.
Y cuando recordamos el sacrificio de Jesús al participar del pan y la copa, actuamos como una comunidad de creyentes de todo el mundo. Es una imagen hermosa de la unidad de la Iglesia.
De: Lisa M. Samra
Reflexiona y ora
¿Qué significa para ti la Cena del Señor? ¿Cómo te recuerda la unidad de los creyentes en Jesús?
Jesús, al participar de esta celebración que nos ordenaste, que recordemos que somos uno en ti.
Domingo 8 de junio
Y fueron todos llenos del Espíritu Santo, y comenzaron a hablar en otras lenguas, según el Espíritu les daba que hablasen (v. 4).
La escritura de hoy: Hechos 2:1-12
Mon Dieu. Lieber Gott. Drahý Bože. Aγαπητέ Θεέ. Dear God. Oraciones en francés, alemán, eslovaco, griego e inglés resonaron en la iglesia central de Atenas mientras, al unísono, orábamos en nuestros idiomas nativos para que la gente en nuestros países oyera del amor de Dios. La belleza de la reunión creció cuando nos dimos cuenta de que era en Pentecostés.
En el Antiguo Testamento, Pentecostés era una fiesta celebrada 50 días después de la Pascua ( Levítico 23:15-21). En la primera celebración después de la muerte y resurrección de Jesús, los creyentes se reunieron en Jerusalén. De repente, hubo un sonido como de «un viento recio», y aparecieron «lenguas repartidas, como de fuego», mientras ellos fueron llenos del Espíritu y «comenzaron a hablar en otras lenguas, según el Espíritu les daba» ( Hechos 2:2-4). Visitantes de otras naciones oyeron de «las maravillas de Dios» en su propio idioma (v. 11). Luego, Pedro «les habló» (v. 14) y muchos creyeron el mensaje de que Jesús fue crucificado y resucitó para dar perdón (vv. 22-41).
Las oraciones multilingües en Atenas me recordaron que aquel mensaje sigue siendo compartido en todo el mundo y que la gente aún responde con fe.
Oremos para que el evangelio se oiga en cada idioma que se habla en el mundo.
De: Lisa M. Samra
Reflexiona y ora
¿Cuándo oíste por primera vez sobre el amor de Dios por ti? ¿Cómo puedes orar para que otros oigan?
Espíritu Santo, capacítame para compartir el amor de Dios.